YA QUEDA VOLVER

     Esta mañana el grupo de Navarra ha sido el más madrugador, se han levantado a
las 6:30, pues el autobús les recogía a las siete. Poco después se pusieron en
marcha los palentinos, que salían de la residencia las ocho, por lo que se han
levantado a las siete aproximadamente para desayunar antes de salir.

     Los nuestros no se han enterado de nada, estaban durmiendo plácidamente y nos
han escuchado el trasiego de maletas arriba y abajo. Yo me levanté con los
navarros para ayudarles a recoger las cosas y por si alguno nuestro se
despertaba volverlo a acostar. Gabriela ha sido la única que se levantó y se
puso el abrigo y los zapatos encima del pijama para salir a despedir a los
chicos, pero luego ha seguido durmiendo.

 

    Sobre las ocho los he despertado a golpe de flash, jeje. Cámara en mano he
inmortalizado los últimos sueños de cada uno. Algunos ni se han enterado,
otros todavía se acuerdan del fogonazo que han recibido.

 


      Al despertarse ya no han visto a nadie, pues nos quedamos solos. Hemos
desayunado y nos hemos dedicado a la magia durante un buen rato, ¡abracadabra
que toda esta ropa se meta en la maleta! y no sé cómo pero los trucos han ido
funcionando y ha entrado todo en cada sitio. Quizás debía haberlo avisado
antes, pues la magia se rompe en cuanto se toca de nuevo la cerradura y sale
todo disparado. Ya lo habréis comprobado...
 

      La mañana estaba un poco rara, no sabía el tiempo qué hacer, si llovería o se
despejaría, pero nos hemos decidido a salir y ha sido lo mejor. Ha hecho un
día fantástico y lo han aprovechado jugando en un parque cercano con
columpios. La mejor forma de matar el tiempo.
Hemos estado hasta casi las dos, que hemos vuelto a almorzar. Hemos comido
arroz tres delicias y carne con patatas. Nuestra última comida en la
residencia.

 


 Luego nos han dado unos bocadillos, agua y fruta para el viaje. La
verdad es que muy bien, pues algunos han ido comiendo en el avión para matar
el gusanillo.
A las 15:30 nos ha recogido el autobús para llevarnos al aeropuerto y diez
minutos después allí estábamos facturando. Entre los regalos que han comprado
y los que han recibido algunas maletas estaban a tope y al pesarlas casi pasan
de los 20 kg de límite, pero finalmente han pasado todas las maletas.


 
Los vuelos han ido bien, con pequeños retrasos, pero sin mucha importancia. Se
han portado muy bien en el avión y los trayectos han sido buenos, sin
movimientos ni mareos como en la ida. Lo único mucho caló!
La llegada a Sevilla también buena, con todas las maletas y sin incidencias. Y
a partir de aquí poco puedo contaros, ya estabais todos presentes. Ahora son
ellos los que tienen que contaros todas las aventuras vividas. De todas formas
organizaremos un encuentro pos-viaje para informaros y compartir experiencias.
Y para enseñaros parte del millar de fotos que traigo en la tarjeta de la
cámara.

Muchas gracias por vuestro apoyo y agradecimientos recibidos en todo momento.
Animan a continuar trabajando.